miércoles, 9 de junio de 2010

La Casa Incendio

La Casa Incendio*

ABSURDO. Melancólico atemporal. Un castillo en llamas, las llamas tangibles del infierno. Sensorialmente abrumador.

El escondite de las fluctuaciones del tiempo. El sonido a silencio, el ruido de nada. Los tímidos espíritus quiebran su existencia ficticia para dar paso a las bestias del ello. ESTUPEFEACIENTE.
TIEMPO. Dios Tiempo. Cáscaras de tristeza que se desprenden incansables. Gotas que amortiguan las caídas del sentir. Asfixia liberadora, muerte incesante.

“Y como humildes adoradores del Fuego,
cruzamos las puertas que nos invitaban
a vivir”

BELLEZA. Concepción musical sobre la perfección poética. Música. Música. Música que convierte en absoluto . Información genética adquirida. Psicoadicción a lo bello. Amor a los elementos sensoriales. Visualizar el sonido del abandono. Oscilar hasta encontrar lo irreal. El SENTIDO.

“Nuestros frágiles seres sucumbieron ante
lo sublime del no entender”

PERFECCIÓN. El famélico resplandor de sus cúspides asombra las neuronas y obscurece lo insólito del destino. Maldad que enamora. Visión que duele.

“Como una grotesca animación ancestral incineré
mis células. Y renací, con la Casa en
mis venas”


*Basado En Hechos Reales.
Dedicado a el viejo Jacks Parodi principalmente, que gracias a su Viejo Solar entramos ahí. Al Mexican Chiche, que se estaba dando una pansada y vino igual, y al Charly Charles Pintos, que fué el primero en imaginarnos en hawaii tirados en la playa con toooda la guita. Y a Hoffman (Albert, no Matt) sin lugar a dudas.

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